sábado, 10 de agosto de 2013

Hell Bell 1/2

Luego de que la cuarta generación de Pokémon lo decepcionara muchísimo, mi hermano me regaló todas sus cosas de Pokémon, molesto. Recibí cientos de cartas para añadir a mi colección, el Blastoise de peluche que ganó en King’s Island hace nueve años y el juego de Pokémon Diamante que le hizo perder completamente su amor por el juego y todo lo asociado a ello. Ese capítulo de su vida se cerró tristemente mientras que la mía obtuvo algo para continuar.
Admitiré que los juegos para la DS me decepcionaron también, había algo en ellos que hizo que la magia de los juegos se desvaneciera un poco. Como una persona que creció con los originales, la cuarta generación simplemente no era “mi” Pokémon. Aun así, no iba a darle la espalda a algo que me acompañó durante mi niñez simplemente porque el juego me decepcionó un poco.
De hecho, quería Diamante. Dialga era muchas veces mejor que Palkia, y de verdad disfruté el hecho de que finalmente iba a capturarlo en lugar de hackear para obtenerlo o cambiarlo.
Antes de que continúe, debo decirles que esto no involucra a Dialga en lo absoluto. Simplemente me gusta y originalmente quería la versión Diamante, pero me tuve que quedar con Perla porque mi hermano lo pidió primero.
Esto comienza con un pokémon legendario, aunque tengo la certeza de que si hubiese usado cualquier otro el resultado habría sido el mismo. Comencé con su partida guardada, sólo para ver todo lo que tenía. La información decía que tenía a todos los Pokémon en su Dex, incluso los que aún no salían a través de eventos wireless, lo que me recordó que él adoraba usar códigos Action Replay para mejorar su experiencia al jugar; fue probablemente lo único que lo hizo quedarse con el juego por todo ese tiempo… pero incluso usar cheats llega a aburrir con el tiempo.
Luego de iniciar su juego, vi su equipo: tenía seis Rayquazas shiny de nivel 100. Como todos los pokémon que tenía, los capturó usando el tardado código “encuentra a cualquier pokémon”, donde tenías que tirar Heart Scales para indicar qué pokémon querías capturar a nivel 100. Si bien los Pokémon encontrados con este código eran igual de débiles que uno al que se le haya dado un gran número de Rare Candies, aún recuerdo cómo perdía frecuentemente contra estos.
Yo usé este código cuando jugué Perla por primera vez, e intercambié los pokémon a través de internet para incrementar mis posibilidades de ganar la lotería del juego. Si bien él no necesitaba ningún pokémon para completar su Pokédex, intercambiar siempre era una experiencia divertida sólo para ver de dónde venían.
Así que fui al Global Trading Center de Jubilife City para ver qué podían darme por uno de los Rayquazas. Sabía que los podía cambiar por cualquier cosa, pero en secreto guardaba rencor contra esos seis por masacrarme tantas veces.
Ya en la red de intercambio, ofrecí uno por un Bronzong que elegí al azar de la primera lista. Elegí que el nivel fuera 100, para que el trato fuese más o menos justo. Luego de eso, apagué la consola por un rato.
Volví después de unas horas para ver si alguien me aceptó el intercambio. Me emocioné de inmediato cuando comenzó la secuencia de intercambio. Sé que era un simple Bronzong, pero aun así, me gustaba mucho el proceso. Podrían haberme mandado un Magikarp y me habría excitado por eso.
Recibí un Bronzong shiny llamado “Hell Bell”. Me sorprendí de que me dieran un shiny a cambio, nunca recibí un shiny al intercambiar en Pearl… pero el nombre me molestaba un poco. Siendo una persona ligeramente religiosa, no me siento cómoda hablando de algo relacionado con el Infierno o algo por el estilo… incluso el escribir esto me hace sentir como si pudiese provocar un evento similar de nuevo. Sólo espero que esto funcione como una experiencia de enseñanza para ustedes y no como algo más para mí.
Luego de salir, revisé sus stats; todo estaba en 666, su viejo entrenador era llamado “Beelze” (algo que, de nuevo, tocó una fibra sensible en mí) y fue capturado en la Lost Tower, pero estaba dentro de una Cherish Ball.
Claramente era hackeado, pero fue lo que obtuve por ofrecer un hack.
Los stats y la información del pokémon me asustaron un poco, pero supuse que no me daría problema. Igual, si no me gustaba, siempre podía ofrecerlo a cambio de algo nuevo… era aquí donde aceptaría a un Magikarp gustoso. Pero cada vez que intentaba ponerlo en el GTS, el juego me notificaba que “ese pokémon no podía ser ofrecido para intercambio”.

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